Pienso en una imagen del mall cercano a mi casa. El jueves el acceso principal estaba lleno de rayados y consignas como "Sin miedo al opresor" o "Destruir la doctrina del shock". El domingo los mensajes estaban borrados. Esta situación es muy decidora y simbólica, porque es precisamente lo que pasa en este simulacro de democracia que nos han impuesto por años. Quieren borrar y silenciar al que piensa distinto, al que cuestiona. Chile despertó, como dicen las consignas y eslóganes, pero siempre hay quienes quieren que todo siga igual, es su negocio. El sistema y modelo es su dispositivo de control. Este dispositivo es macabro, intentará enemistarte con tus cercanos y te hará apreciar el orden, obviar las injusticias, valorar las medidas arbitrarias del gobierno de turno. Despertará en ti la indiferencia, la ambición desmedida y la esclavitud por tus privilegios. A través de la prensa montará una agenda artificial, creará noticias falsas. Normalizará los abusos hacia los más pobres. Parece puro cuento, puro diagnóstico, pero son algunas causas de lo que hemos vivido en Chile durante los últimos días. Una especie de dictadura, nuestra dictadura. Con un presidente que monta una guerra y arroja los militares a la calle, sembrando el abuso y la represión. Pese al maquillaje de las medidas del gobierno, simbolizada por la pintura que quiere borrar consignas, saben que no podrán borrar los abusos, las muertes y el deseo por ser libre. No nos van a matar la vibra ni nos van a silenciar. No sirve insistir en una normalidad basada en la impostura, donde unos pocos ganan y muchos viven al margen. Por estos días valoro mucho estos versos del recientemente fallecido Floridor Pérez, que vivió en carne propia la represión y dictadura:
-¡Se prohíbe cantar!
¿Oyeron?
Se prohíbe cantar.
Qué buen título
para una canción.
No comments:
Post a Comment